La mayor ventaja de los turbocompresores es su aumento significativo de la potencia y el par del motor.
2025,12,15
Cuando se habla de motores turboalimentados, lo primero que nos viene a la mente es una gran potencia y una fuerte sensación de aceleración. La mayor ventaja de los motores turboalimentados es que pueden aumentar significativamente la potencia y el par del motor sin aumentar la cilindrada. Un motor equipado con un turbocompresor puede aumentar su potencia máxima en aproximadamente un 40% o más en comparación con un motor sin turbocompresor. La ventaja de los motores turboalimentados radica en su capacidad de aumentar significativamente la potencia manteniendo un bajo consumo de combustible. Combinado con la tecnología de inyección directa de combustible y la tecnología de sincronización variable dual de válvulas, la eficiencia del combustible mejora enormemente, logrando una gran potencia y un bajo consumo de combustible. ¡Este es el secreto detrás de la popularidad de los motores turboalimentados de inyección directa en China en los últimos años!
Con la creciente demanda de potencia para vehículos y el aumento de los precios del combustible, las tecnologías de turbocompresor e inyección directa de combustible, que mejoran enormemente la eficiencia del combustible, se han ido aplicando gradualmente a los turismos comunes. Sin embargo, los motores turboalimentados anteriores utilizaban tecnología de turbocompresor relativamente obsoleta, empleando principalmente un sistema de refrigeración de ciclo único. Cuando el vehículo circulaba a altas velocidades, era necesario dejarlo en ralentí durante 5 a 10 minutos antes de cada parada para permitir que el turbocompresor se enfriara. El turbocompresor funciona en un entorno muy duro a altas velocidades, con temperaturas que a menudo alcanzan cientos de miles de revoluciones por minuto. El ralentí antes de apagar era esencial para permitir que el aceite del motor circulara y enfriara el turbocompresor. Un funcionamiento inadecuado durante un período prolongado acortaría la vida útil del turbocompresor y encarecería mucho su sustitución. Sin embargo, los motores turboalimentados más nuevos no tienen este problema. Si la temperatura del motor es alta cuando se apaga, el sistema de enfriamiento se activa automáticamente y continúa funcionando después del apagado, lo que permite que el refrigerante continúe circulando y enfriando el motor hasta que la temperatura del turbocompresor caiga por debajo de un nivel seguro, eliminando los riesgos potenciales de sobrecalentamiento del turbocompresor.